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Los radicales libres son átomos o grupos de átomos que tienen un electrón (e-) desapareado en capacidad de aparearse, por lo que son muy reactivos.
Entre esos se han señalado:
O2– (anión superóxido) Se forma en reacciones de autooxidación
HO2 (radical perhidroxi) Forma hidrogenada del anterior. Más liposoluble
H2O2 (peróxido de hidrógeno) No es un radical libre, pero tiene una acción oxidante
OH. (radical hidroxilo) Es el radical libre más reactivo que se conoce
RO. (radical alkoxy)
ROO. (radical peroxi)
1O2 (oxígeno singlete)
Estos radicales recorren nuestro organismo intentando robar un electrón de las moléculas estables, con el fin de alcanzar su estabilidad electroquímica. Sin embargo, la vida media de estos es de alrededor de microsegundos, en los cuales tienen la capacidad de producir grandes interferencias en el metabolismo produciendo una reacción en cadena que destruye las células.
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La vida biológica media del radical libre es de microsegundos; pero tiene la capacidad de reaccionar con todo lo que esté a su alrededor provocando un gran daño a las moléculas, luego a las membranas, y finalmente al metabolismo del organismo.
Entre las sustancias anti-oxidantes naturales tales como el beta caroteno (pro-vitamina A) presentes en la zanahoria, el mango, los tomates, el melón, el melocotón, y las espinacas.
Otra sustancia es la vitamina E (tocoferol) es un antioxidante que mantiene la integridad de la membrana celular, protege la destrucción de la vitamina A, previene y disuelve los coágulos sanguíneos y retarda el envejecimiento celular. Se encuentra en muchas frutas y vegetales tales como: El aguacate, boniato, espárragos, espinacas, tomates, bróculi(, moras ) y zanahorias.
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La vitamina C (ácido ascórbico) es otro de los antioxidantes naturales que destruyen el exceso de radicales libres. Entre sus funciones se han descrito su intervención en la producción del colágeno, la reparación de las células de los tejidos, encías, vasos, huesos y dientes, el metabolismo de las grasas y su actividad como modulador del sistema inmunológico. Entre sus fuentes naturales se encuentran los cítricos, los melones, la fresa, los frutos secos como los dátiles.
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Fuente: ATNA |
De hecho, investigadores como Fernando Paredes Salido y Juan José Roca Fernández (Influencia de los radicales libres en el envejecimiento celular. OFFARM,Vol 21. No.7. Jul-Agosto 2002) han encontrado que la actividad respiratoria de las mitocondrias disminuye con la edad en el hígado, el músculo esquelético y el cerebro, y que dichas mitocondrias producen más radicales libres que las presentes en células jóvenes.
Y si estas células envejecidas han estado sometidas a concentraciones elevadas de radicales libres durante gran parte de su vida, la actividad respiratoria de sus mitocondrias estará más elevada, y por tanto, más afectado su metabolismo intermediario, el funcionamiento de estas células y finalmente, su vida útil.
De lo anterior, se concluye la necesidad de la disminución de los radicales libres en el organismo, siendo más relevante controlar la ingesta de alimentos que los contengan y la lejanía de los productos tóxicos donde ellos están presentes que la ingestión exagerada de sustancias anti-oxidantes.
Estos resultados son muy imporantes para pacientes con enfermedades autoinmunes como la Neuromielitis Optica o Enfermedad de Devic tanto durante el debut de la misma como en la posterior evolución y calidad de vida de los pacientes ya que es fundamental que estos organismos funcionen con un metabolismo termodinámicamente eficiente que les permita afrontar una enfermedad tan complicada para su diagnóstico y posterior tratamiento.
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