No permitas que la silla de ruedas
te marque para siempre el destino
pues en tu lucha,
poco a poco, mientras puedas
dominarás tu mundo sin desatinos.
Es tuya la mañana,
es tuyo el anochecer.
Descansa en la tade o si tienes fatiga,
después, tu no digas, que no puedes hacer
pues respetando esas leyes,
tu enfermedad se amiga.
Cuida tus dietas,
olvida las carnes rojas,
lo dulce, lo lácteo y la grasa animal.
Huye del exceso de frío,
huye del intenso calor.
Uno, te contratura,
el otro, te fatigará.
Busca la luz en tí,
húyele a la del Sol.
Insiste en tus esfuerzos,
y te resultará.
Ama la vida, no te rindas...
¿Por qué ser infeliz?
?Por qué llevar a tu hogar lo mismo?
¿Por qué dejarte vencer?
¿Por qué caer en ese abismo?
Que no conozcas tu enfermedad,
sino no la conoce el médico mismo.
Eso no debe ser la oportunidad
de caer en el pesimismo.
La lucha es grande,
la tuya, la de la ciencia.
Los médicos estudian,
también indagan,
no han perdido su rastro, tienen conciencia.
No pienses en ese monstruo dormido
que te consume y desluce.
Si te lo propones, acabará contigo...
Haz tus ejercicios,
cuidáte para que no te fatigues
y verás, que con tu esfuerzo caminarás.
Sigue, lucha y por favor, NO CLAUDIQUES,
así verás aclarar tu VIDA
verás el Sol que hay en tí.
Verás que estás concebida
para hacer y hacer vivir.
Y si alguna vez tienes esa necesidad,
aún flaqueando...y lloraras un día,
verás que no tienes esa necesidad
leyendo nuevamente esta poesía.
JUAN PABLO RODRIGUEZ (Anestesiólogo y Medicina Alternativa)
No hay comentarios:
Publicar un comentario