martes, 5 de octubre de 2010

PRIMEROS TIEMPOS DESPUES DEL DIAGNOSTICO...

Cuando se produce el diagnóstico de la enfermedad y su consigiente tratamiento  urgente para tratar de detener la crisis, se produce un cambio brusco en la psiquis del paciente y de su entorno más cercano.
Sumado al hecho de los signos y síntomas agudos de la enfermedad, el paciente se enfrenta a un nuevo estado que le resulta extraño y traumático.
Se enfrenta a tratamientos desconocidos, a terapías de rehabilitación, a minusvalías adquiridas en pocos días, a problemas familiares y con su entorno social.
Se derrumban todos sus planes presentes y futuros (se trata de una persona en plena juventud), tendrá problemas laborales y económicos, desconoce como reaccionará su familia a amistades...Y por su fuera poco, se descubre viviendo dentro de un cuerpo que desconoce...
Encuentra que todos sus movimientos f'isicos (si es que existen) son reducidos y torpes. Las actividades de la vida cotidiana que anteriormente  realizaba de forma automática, ahora son verdaderas epopeyas.
No tolera los alimentos de igual forma que la semana anterior a la crisis, no lógra controlar sus esfínteres de forma natural, y los movimientos peristálticos son anárquicos , todo lo cual le provoca estupor hacia todas las actividades fisiológicas de su organismo.
Todo lo anterior, sumado a su borrosa visión, llena de puntos de colores inexistentes, lo hacen derrumbarse y caer en una profunda depresión, que sólo agudizará el estado de disfuncionalidad de su organismo.
Es entoncés cuando necesitaría de una terapía psicológica de grupo que casi nunca existe, y este enfermo está a merced de la desesperanza...
Sin embargo, poco a poco, y sin saber cómo, va comenzando a interiorizar su nuevo estado, ha conocer y tratar de comprender el nuevo cuerpo donde ahora vivirá el resto de su vida ya que muchas de las secuelas de estas crisis son irreversibles hasta el presente.
Esta es la realidad inmediata del paciente con Neuromielitis Optica ... Realidad que resulta muy incomprendida por muchos profesionales de la salud, y por el entorno más cercano de estos pacientes.
En la medida en que las investigaciones básicas y clínicas avancen  ylogren un diagnóstico precoz o en fases tempranas de la enfermedad y se apliquen tratamientos efectivos que minimicen las crisis y secuelas, será posible una calidad de vida adecuada para estos jóvenes pacientes.

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